Una realidad en «Modo difícil»



A día de hoy, existen más de 850 videojuegos disponibles basados en la vida en el campo. Todos estos simuladores agrícolas tienen un objetivo: divertirse y relajarse poniéndose en la piel de un agricultor. Sin embargo, la tranquilidad y la diversión están muy alejadas de la realidad de un sector cada vez más preocupado, confuso y agotado.





















Precios del mercado


Las fluctuaciones en los precios de los productos agrícolas afectan directamente la rentabilidad de las explotaciones.





Sequía y acceso al agua


La gestión eficiente del agua es crucial para la supervivencia de los cultivos.






Relevo generacional


La falta de jóvenes interesados en la agricultura pone en riesgo la continuidad de las explotaciones familiares.





Plagas y enfermedades


El control de plagas requiere soluciones innovadoras y sostenibles que, muchas veces, no están al conocimiento de todos.





Normativas y burocracia


Mantenerse al día con las regulaciones es una tarea agotadora e inabarcable, ya que cambian de manera continua.





La agricultura no es un juego. Es una realidad que hay que entender, cuidar y proteger